Uno de los casos más extraordinarios (sobrenatural para algunos) en el mundo del montañismo y del cual tal vez nunca encontremos una explicación, es conocido como “El incidente del paso Dyatlov”, el nombre hace referencia al guía de este grupo de nueve excursionistas que de forma inexplicable murieron en una zona montañosa ubicada en los montes Urales, en febrero de 1959.
Para quienes no tienen idea de donde se encuentran los Montes Urales (como yo, debo aceptar), estos se ubican en lo que hoy es Rusia y forman una cordillera montañosa de larga extensión (2,500 km.) que corre de norte a sur, pero de baja altitud, siendo el monte Naródnaya, el punto más alto, con 1,895 msnm, sin embargo por su latitud, las temperaturas suelen ser en extremo bajas. Esta zona es una frontera natural entre Europa y Asia.
Es una región rica en recursos naturales como hierro, carbón y petróleo, por lo que es un centro industrial importante para Rusia y en ese tiempo, para la Unión Soviética.
Volviendo a la historia, el 1 de febrero del 59, un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico de los Urales junto con el guía, acamparon en la ladera oriental de la montaña “Kholat Syakhl”, que la traducción amarillista es “La montaña de la muerte”, otros la traducen como la “montaña de los muertos”. El nombre es de origen Mansi, una tribu que habita en la zona, y la traducción más acertada es la de «La Montaña Muerta». Esto probablemente haga referencia a que en esta región no crece nada de vegetación y por consiguiente tampoco hay animales, al menos observables a simple vista.
Los nombres de los protagonistas (ocho hombres y dos mujeres) son los siguientes:
Ígor Dyatlov. Guía y líder del grupo. Estudiante de Ingeniería de Radio. 23 años.
Zinaída Kolmogórova. Estudiante de Ingeniería de Radio, 22 años.
Liudmila Dubínina. Estudiante de Economía Industrial de la Construcción. 20 años.
Aleksandr Kolevátov. Estudiante de Física Nuclear. 24 años.
Rustem Slobodin. Graduado en Ingeniería Mecánica. 23 años.
Yuri Krivoníschenko. Estudiante de Ingeniería de Construcción e Hidráulica. 23 años.
Yuri Doroshenko. Estudiante de ingeniería de Radio. 21 años.
Nikolái Thibeaux-Brignolles. Graduado en Ingeniería de Construcción Civil. 23 años.
Aleksandr /Semión/ Zolotariov. Estudiante de Ingeniería Militar, quien también fungía como guía e instructor de travesía, 37 años.
Yuri Yudin, de 21 años y único superviviente del grupo. Falleció el 27 de abril de 2013.
El grupo planeaba realizar un viaje con el fin de practicar esquí de travesía, por lo que el 23 de enero de 1959 se reunieron en Ekaterimburgo.
El destino planeado de la expedición sería la montaña Gorá Otorten, la cual tiene una altitud de 1,234 msnm, y ubicada a 10 kilómetros al norte del lugar hoy conocido como el Paso Dyatlov, donde se desarrollaron los hechos mortales.
Cabe resaltar que en la fecha en que sucedieron lo hechos, el clima era extremo, y la travesía era considerada de las más difíciles, sin embargo, todos los miembros del grupo tenían experiencia en este tipo de viajes en esquí.
Foto encontrada en la cámara de Yuri Krivoníschenko. Los excursionistas avanzan en esquíes con un clima aparentemente adverso.
Otro elemento importante en esta historia es la cantidad de material fotográfico así como de los diarios de los integrantes, los cuales dan una pista clara de lo sucedido, hasta el día en que ocurrieron los hechos mortales. En las fotos tomadas por el equipo, se perciben contentos y sin ninguna dificultad para poder llegar a su cima planeada.
Yuri Yudin siendo despedido por sus compañeros luego de una dolencia en la espalda que le impidió continuar con el viaje y que a su vez le salvaría la vida.
Los integrantes llegaron en tren a Ívdel, una ciudad en la provincia de Óblast de Sverdlovsk, el 25 de enero. De ahí partieron en un camión que se ofreció a llevarlos hasta Vizhai, el último asentamiento habitado al norte. El 27 de enero comenzaron su marcha. Al día siguiente, uno de los miembros, Yuri Yudin, dejó el grupo debido a una lesión en la espalda, lo que le salvaría la vida.
Foto encontrada en la cámara de Yuri Krivoníschenko. El grupo parte hacia Vizhai en una camioneta.
El 31 de enero, el grupo llegó al borde de una zona de tierras altas y comenzó a prepararse para la escalada. En un valle silvestre se abastecieron de alimentos y equipo que utilizarían más adelante para el viaje de regreso. Al día siguiente (1 de febrero), los excursionistas comenzaron a moverse a través del paso. Todo indica que al parecer tenían previsto cruzar el paso y llegar al campamento, situado en el lado opuesto la noche siguiente, pero debido al empeoramiento de las condiciones atmosféricas por un temporal de nieve y la consiguiente disminución de visibilidad, se desorientaron y se desviaron varios grados al oeste, hacia la parte superior de la montaña “Kholat Syakhl”. Dándose cuenta de su error, el grupo podría haber decidido detenerse y establecer un campamento en la misma ladera de la montaña.
El 11 de febrero, el equipo de Dyatlov tendría que haber llegado a Vizhai desde donde enviarían telegramas a sus familiares anunciando que se encontraban con bien, lo que nunca sucedió. Al pasar más de una semana sin recibir noticias del grupo, familiares y amigos comenzaron a exigir al Instituto Politécnico Ural la búsqueda y rescate del equipo desaparecido. Involucrándose también autoridades civiles y militares en la búsqueda, se enviaron aviones y helicópteros a la zona. El 25 de febrero, uno de los pilotos observó algo extraño en una de las laderas.
Al día siguiente, el grupo de búsqueda en tierra, se abrió paso hasta un campamento abandonado en la ladera oriental de la montaña “Kholat Syakhl”. La tienda de campaña se encontraba vacía, muy dañada, con una cantidad de huellas hechas por al menos ocho personas diferentes que habrían estado alrededor de la tienda devastada.
La tienda donde se encontraba el grupo de Dyatlov, rasgada desde adentro para poder salir rápidamente
Un elemento perturbador es que la tienda donde seguramente descansaba el grupo entero, por razones desconocidas, estaba rasgada por el medio y cubierta por la nieve. Las pertenencias del grupo y los zapatos habían quedado esparcidos en la zona. Tiempo después se descubrió que el corte de la casa había sido realizado de adentro hacia afuera como si sus ocupantes hubieran querido escapar desesperadamente de algo que estaba en el interior de la tienda, o simplemente salieron a toda prisa por algo que se acercaba.
¿Por qué salieron corriendo de la casa con ropa inadecuada, casi desnudos y en medio de una nevada con temperaturas por debajo de los cero grados?
Las fotografías tomadas por algunos miembros de la expedición mostraban que se habían establecido en el campamento el 2 de febrero, aproximadamente a las 17:00 hrs con el fin de salir de las inclemencias del tiempo. Los investigadores llegaron a la conclusión de que alrededor de las 19:00 hrs el equipo comió y poco rato después los miembros se establecieron para pasar la noche. La temperatura en la ladera era de -15ºC, lo que hacía a los investigadores preguntarse por qué los miembros del equipo se encontraban en estado de desnudez. A parte de ese detalle, los investigadores coincidieron en que hasta ese momento todo era relativamente normal. Los forenses estimaron que los acontecimientos que condujeron a la muerte de los miembros del equipo tuvieron que ocurrir entre las 21:30 y las 23:30 hrs. Basaron esta especulación por los alimentos no digeridos encontrados en los estómagos de las víctimas.
Las pistas encontradas eran de pies descalzos o con un solo zapato. Las pisadas conducían hacia una pendiente por una zona boscosa. Aproximadamente a 450 metros de la tienda había restos de una fogata bajo un pino, y lo peor, a lado de las cenizas estaban los cuerpos congelados de dos integrantes del equipo; Doroshenko y Krivonischenko. Aunque los cadáveres estaban cerca de la tienda, ambos se encontraban desnudos (solo con su ropa interior) y descalzos. El pino donde estaba la fogata tenía algunas ramas rotas hasta una altura de casi 4 metros. Con rastros de piel incrustadas en la corteza del pino, los forenses determinaron que ambos montañistas intentaron frenéticamente subir al árbol, dejando sus manos destrozadas y convertidas en carne pulposa. ¿Qué intentaban hacer al subir a este árbol? ¿De quién intentaban huir? ¿A caso de una especie de bestia? No lo sabremos, pero nunca se encontraron huellas evidentes de algún animal. Además, ¿en qué momento estos dos hombres pudieron hacer una fogata y morir de frio, pero sin lesión alguna de un animal?
El cadáver de Dyatlov fue encontrado a 270 metros de distancia de los otros cuerpos, un poco más cerca del campamento. Estaba tirado sobre su espalda, una mano se aferraba a una rama de un árbol de abedul, con la otra, parecía que se protegía la cabeza de algún asaltante desconocido.
El cuerpo de Zinaída Kolmogórova, estaba tumbado en posición lateral y mostraba abrasiones en la cara y manos y evidencias de congelación. Asimismo, presentaba rastros de sangre, aunque nunca se reveló si era propia o pertenecía a alguien más, ya que no tenía evidencia de haber luchado antes de morir.
Aún más cerca de la tienda se encontró el cuerpo de Rustem Slobodin, tirado boca abajo, medio enterrado por la nieve, con abrasiones en la cara y entumecimiento en la región frontal. Su cráneo presentaba una fractura, sin embargo, los forenses determinaron que la causa más probable de muerte fue la hipotermia. Los tres estaban tratando de regresar al campamento cuando la muerte les sorprendió. A diferencia de los dos primeros, los fallecidos de este grupo estaban mejor vestidos pero igualmente descalzos.
Los cuerpos de los demás integrantes no fueron encontrados al momento. Tuvo que pasar el invierno para que con la llegada de la primavera la nieve se derritiera y fueran descubiertos al fin.
Situados en el arroyo de un barranco a unos 68 metros de donde se encontró a Doroshenko y Krivonischenko y cerca de un refugio improvisado; los cuatro esquiadores restantes, fueron descubiertos enterrados a 3 metros debajo de la nieve y el hielo. Todos tenían al parecer brutales heridas internas.
Los cadáveres de los integrantes encontrados tiempo después, sin ojos ni lengua en el caso de Lyudmila Dubínina.
También se encontraron rollos de película sin revelar y las revistas de algunos de los miembros de la expedición.
Lyudmila Dubínina fue localizada de rodillas apoyando el pecho en la roca y con la cabeza hacia atrás. El agua corría por su cara, las cuencas de los ojos estaban vacías y la lengua ausente.
Semión Zolotariov fue encontrado en el barranco, también con las cuencas vacías. Aleksandr Kolevátor y Nikolái Thibeaux-Brignolle se encontraron juntos abrazando uno a la espalda del otro.
A diferencia de sus compañeros, estas víctimas estaban completamente vestidas. Al igual que en el caso de Slobodin, el cráneo de Thibeaux-Brignollel mostraba señales de haber sido golpeado por un objeto pesado. Alexander Kolevatov y Dubinina Ludmila habían sido golpeados hasta romperles varias costillas y con daños internos masivos. Lo extraño es que no había indicios de lo que podría haber causado esos traumas severos, e incluso aún más extraño, los cuerpos no mostraban signos de algún daño en los tejidos blandos o simplemente moretones. En la autopsia se determinó que la fuerza con la que los cadáveres fueron golpeados superaba a la que puede ejercer un ser humano, afirmándose que los daños eran “igual al efecto de un accidente en auto”.
En la autopsia se determinó que en algún momento, este último grupo utilizó la ropa de sus otros compañeros para hacerse abrigos, pantalones y sombreros. En los funerales, algunos familiares afirmaron que la piel de alguno de los miembros fallecidos presentaba una coloración naranja y que sus pelos tenían un tono opaco de color gris. Otro dato era que algunas de las prendas de vestir que se encontraron en los cuerpos, tenían emisiones superiores a los niveles normales de radiación.
En un intento por aclarar lo sucedido, se reconstruyeron los acontecimientos con la ayuda de las revistas y los rollos de película descubiertos en el lugar. La primera interrogante era por qué el equipo optó por acampar en una cara de la montaña totalmente descubierta cuando había un desvío a menos de un kilómetro y medio que les habría permitido protegerse de elementos hostiles. En este sentido Yudin, el único miembro que sobrevivió, mencionó:
«Dyatlov probablemente no quería perder la distancia que habían cubierto».
La autopsia de los cinco primeros cuerpos encontrados, reveló que no había lesiones que hubieran provocado la muerte de ninguno de ellos. Además de diversas abrasiones en cara y brazos en los cinco cadáveres, el análisis destacó una fisura de unos 6 centímetros en el hueso del cráneo de Rustem Slobodin y una contusión en el costado de Zinaída Kolmogórova producidos por objetos romos. La conclusión de los forenses fue que los cinco excursionistas localizados el 26 de febrero fallecieron por hipotermia. Sin embargo, lejos de clarificar la secuencia de los hechos, las autopsias de los otros cuatro cuerpos hallados más tarde cambiaron drásticamente el desarrollo de la investigación. Estos últimos sí mostraban lesiones mortales. Las conclusiones forenses fueron de muerte por politraumatismo provocado por "causas no determinadas”, otra traducción la declara como "una fuerza desconocida e insuperable" que había causado las muertes. Sin embargo, debido a lo poco convincente de la explicación han surgido numerosas teorías para tratar de determinar la causa de las muertes de los nueve excursionistas, desde las más irreales a algunas con un poco de lógica. Ninguna ha convencido a la opinión pública hasta el momento. Aquí algunas de las teorías más sobresalientes:
Los Mansi
Algunas personas señalaron que el grupo ingresó al territorio de la tribu de los Mansi, quienes enfurecidos por la intrusión obligaron a los miembros a salir corriendo de la zona. Se dice que en la huida los gritos de Dubinina llegaron a molestar a uno de los Mansi, que la tiró al suelo, le rompió las costillas y le quito la lengua para evitar que chillara. Aunque según los investigadores militares, los golpes observados en los cadáveres no los pudo haber hecho un ser humano.
Slobodin mirando las marcas hechas por los Mansi
Extraterrestres
Según los informes archivados, un grupo de excursionistas que acampaban a una distancia de aproximadamente 32 kilómetros al sur de Kholat Syakhl en la noche en cuestión, divisaron una serie de “extrañas esferas naranja” en el cielo hacia el norte. Ivanov, el principal responsable de la investigación, creía que esas esferas podrían haber estado involucradas con las extrañas muertes. En una entrevista de 1990, afirmó que había recibido la orden de cerrar el caso y clasificar los resultados como “alto secreto”. Según el propio Ivanov en una entrevista con un periódico soviético declaró:
«Yo sospechaba en ese momento, y estoy casi seguro ahora, de que estas esferas brillantes que volaron en la zona tenían una conexión directa con la muerte del grupo.»
Asimismo, se cree que existe una relación sobre la interacción extraterrestre, vinculada con las luces y la piel de color naranja y pelo gris que tenían algunas víctimas, además de la ropa contaminada con un alto nivel de radiación.
El experimento militar
Esta teoría supone que el gobierno soviético se encontraba realizando una prueba “altamente clasificada” de un arma desconocida, en las laderas solitarias de Kholat Syakhl y que, ya sea intencionalmente o por accidente, el equipo fue víctima de esta arma, la cual se pudo basar en algo relacionado con aparatos de infrasonido. Esta teoría también puede incluir el lanzamiento de diversos cohetes secretos, una prueba de armas con radiación o el uso de minas lanzadas con paracaídas.
En febrero de 2008, en una conferencia integrada por la Universidad Técnica Estatal de los Urales y la Fundación Dyatlov, seis miembros sobrevivientes del grupo de rescate, así como 31 técnicos expertos reunidos en Ekaterimburgo, Rusia, analizaron las pruebas y determinaron que sus muertes fueron probablemente el resultado no intencionado de una prueba militar secreta. Sin embargo muchas personas no están de acuerdo con esta conclusión.
El Yeti de Siberia
Hay quienes propusieron que el equipo fue víctima de la bestia salvaje de Siberia, conocida por los lugareños como “Alma”. Muchos han afirmado que el rugido aterrador de la bestia podría haber sido una de las razones del pánico. Los dos principales fundamentos de esta teoría son las heridas de impacto aparentemente inexplicables que se encontraron en los cráneos y los torsos de algunos cadáveres y un trozo de papel que supuestamente fue descubierto cerca del campamento que decía: «A partir de ahora sabemos que hay muñecos de nieve.» Lo que no cuadra en esta teoría es entre otras cosas, que nunca se encontraron huellas de animal alguno, excepto de los integrantes del equipo.
Foto encontrada en la cámara de Thibeaux-Brignolles, la cual ha generado especulación al sugerir que la imagen humanoide que se observa puede ser de una persona No Humana. Lo más probable es que se trate de un integrante del equipo en una fotografía fuera de foco.
Una avalancha
Se ha sugerido que una avalancha fue la causante de la muerte de los excursionistas. Esta hipótesis es basada en los datos meteorológicos que indican que la temperatura cayó desde -11ºC hasta los -25ºC. Sin embargo, las evidencias físicas de la zona no apuntan a esta posibilidad.
Desnudo paradójico
De acuerdo a diversos estudios, en casos de hipotermia el frío puede conducir a un sesgo cognitivo de tal forma que el afectado puede desvestirse por una falsa sensación de calor extremo, también observado en personas que sufren de mal de altura con un grado de edema cerebral. Este trastorno ha sido bautizado como desnudo paradójico. De acuerdo a un artículo de International Science Times los miembros de la expedición pudieron sufrir este trastorno.
Operaciones secretas de la KGB
El autor Alekséi Rakitin en su libro "Dyatlov Pass" argumenta que Aleksandr Zolotariov, Aleksandr Kolevátov y Yuri Krivoníschenko pudieron ser empleados de la KGB, pero en realidad ser dobles agentes con una misión de llevar muestras radioactivas y fotografías a unos espías de la agencia secreta estadounidense CIA. Algo podría haber salido mal y el resultado fue la muerte de todo el grupo. Añaden más confusión ciertos testimonios que afirman se recogieron más de 9 cuerpos. Sin embargo, estos testimonios no son tenidos en cuenta por la mayoría de los seguidores del caso.
El caso se cerró oficialmente tras el entierro de los excursionistas. El nombre de este paso ahora y en honor al guía de este grupo se conoce como el Paso Dyatlov, el cual permaneció cerrado durante más de tres años por las autoridades soviéticas.
Yuri Yudin, el único superviviente de la expedición, declaró tiempo después: "Si yo tuviera la oportunidad de hacerle a Dios una sola pregunta sería, ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?”
Existen otras teorías pero igualmente sin evidencias que las sostengan. Algunas de estas son:
Asesinados por una tribu de los Mansi vecina.
Confundidos por unos fugados de un Gulag cercano.
Intoxicados por el consumo de setas alucinógenas.
Afectados por una tormenta eléctrica.
Víctimas de un experimento de teletransporte (popularizada a partir de la película de 2013 El paso del diablo).
Intoxicados accidentalmente por los humos del hornillo encendido en la tienda.
Afectados por una súbita fluctuación gravitacional en la zona.
Y por último y una de mis favoritas la teoría del Infrasonido
Es una teoría popularizada por Donnie Eichar en su libro Dead Mountain, publicado en el año 2013. De acuerdo a lo sugerido por el autor, en el paso se puede generar una calle de vórtices de von Kárman, que pudo producir un sonido inaudible por el oído humano pero con la capacidad de producir ataques de pánico entre los miembros de la expedición.
Continuará...
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